jueves, 28 de enero de 2016

Consejos para que tus hijos eviten a los depredadores sexuales en la Red


En el día de la Protección de Datos, la edición digital del periódico ABC nos ha obsequiado con este artículo basado en el capítulo de Internet Negro (Ed. Temas de Hoy, 2015) dedicado a desenmascarar los riesgos del grooming: 


Foto: http://www.abc.es/familia/padres-hijos/abci-consejos-para-hijos-eviten-depredadores-sexuales-201601272324_noticia.html


El subtítulo de la noticia no deja lugar a dudas: "El grooming o intercambio de fotos con desconocidos es uno de los delitos más peligrosos que existen".

El groomer, llamémosle "normal", se crea un perfil falso en la red social frecuentada por jóvenes que goce de mayor popularidad, busca menores que no estén siendo adecuadamente supervisados, para tras recabar toda la información personal necesaria y tras un proceso de seducción que puede durar días o semanas, pedirle fotografías o video de contenido íntimo, donde sea el propio menor el protagonista.

Una vez que obtiene la primera fotografía o video, comienza el verdadero calvario, la sextorsión, por la que van a pedir más y más material como el que han recibido, bajo todo tipo de amenazas y presiones. O lo que es peor, van a exigir qué es lo quieren ver: qué posturas o conductas quieren ver, incluso con plazos estrictos de entrega. O de lo contrario le pueden decir frases como: "atente a las consecuencias, todo lo que tengo lo voy a publicar en Internet y lo verá todo el mundo".

Este comportamiento ya de por sí delictivo y reprochable, no es lo peor. Existe otro tipo de groomers más peligrosos y sin ningún tipo de escrúpulo, que van a querer concertar una cita a ciegas, física y real, con el menor sextorsionado. Sin duda, nada bueno tiene que ocurrir en una cita de este tipo, lejos de la mirada de ningún adulto responsable que pueda velar por la seguridad del menor.

Este video que usamos en nuestras presentaciones, lo deja bien claro hasta qué punto los menores no son conscientes de los peligros que corren y cuanto se pueden llegar a exponer a posibles groomers y pederastas:




No ha sido casualidad que en la última reforma del Código Penal (LO 1/2015) el legislador haya ampliado la regulación del Grooming de la siguiente forma:


Ya se tipificaba el childgrooming (art. 183 ter) que supone el acoso de adultos a través de las TIC hacia menores de 13 años para de obtener fotografías o vídeos de contenido íntimo y con el fin de conseguir un encuentro físico real en el que abusar del menor. Con la nueva regulación se aumenta la protección de los menores frente a los abusos cometidos a través de internet y las TIC, debido a la facilidad de acceso y el anonimato que proporcionan, con un nuevo apartado en el artículo 183 ter destinado a sancionar al que a través de medios tecnológicos contacte con un menor de 15 años y realice actos dirigidos a embaucarle para que le facilite material pornográfico o le muestre imágenes pornográficas.
La seguridad total no existe en Internet, pero podemos hacer muchas cosas para mejorarla, para implantar una verdadera política de prevención de riesgos tecnológicos, para ello toma nota de los consejos que te proponemos en Internet Negro (pág. 88) para prevenir y evitar el grooming y que igualmente aparecen en el artículo de ABC Familia:


1. Establecer con los menores normas adecuadas y consensuadas sobre el uso de internet. Es fundamental regular horarios, lugares de conexión, formas de supervisión, gestión de contraseñas, etcétera. Para ello te puede ayudar elaborar una especie de «contrato familiar» con cláusulas claras, pero recuerda que tanto menores como adultos deben firmarlo y responsabilizarse de su cumplimiento.
2. Informa a los menores sobre los ciberdelitos que se producen en la red, como el «grooming», y de los principales riesgos on line. No nos cansaremos de repetir que la mejor herramienta tecnológica para la prevención es una buena educación. Recuerda que tarde o temprano los menores estarán fuera de tu control y que se conectarán a internet desde otros ordenadores o desde dispositivos que no están a tu alcance directo, como smartphones, tablets, o relojes inteligentes.
3. Conoce las redes sociales en las que los menores a tu cargo están registrados y los amigos que tienen agregados. Ocúpate de conocer también las webs que visitan, qué hacen en ellas, para qué las visitan (recuerda que un "para qué" resulta menos inquisitivo e intimidador que un "por qué"), qué información personal han dado, qué permisos de geolocalización han ofrecido, etc.
4. Fomenta un diálogo adecuado que, a su vez, generará confianza. Solo así los menores a tu cargo acudirán a ti cuando tengan algún problema. No tengas miedo de hablar con ellos sobre internet, sexo, ciberdelitos, etc. Recuerda que, aunque los nativos digitales sepan más de Internet que nosotros, no saben más de la vida.
5. Pregúntate si conoces a todos los amigos que los menores a tu cargo tienen agregados en sus redes sociales y si verdaderamente sabes quienes son. Recuerda que los «groomers» se hacen pasar por menores.
6. Convénceles de que en ningún caso queden en persona con «amigos» a los que solo conozcan por Internet
7. Fomenta que desarrollen un pensamiento crítico basado en pensar antes de publicar, ya sean fotos, videos, o comentarios que puedan perjudicarles. Haz que el menor se plantee esta sencilla pregunta: ¿Cuanto te disgustaría, del 1 al 10, que esa foto la viera todo el mundo que conoces?
8. Evita que los menores envíen fotografías o videos propios sin tu supervisión. Dependiendo de la edad, es fundamental -siempre es recomendable- saber a quién los envían y cuál es su contenido. En el caso de adolescentes de 16 años o más, creemos que la educación digital debería haberse iniciado tiempo atrás, pero en el de lo menores de 13, la supervisión y el control es crucial, pues aún no se han ganado la libertad de disponer de su propia imagen. De hecho, ni siquiera la ley les concede ese derecho, que se obtiene a partir de los 14 años (la edad mínima para poder configurarse un perfil en una red social).
9. Fomenta el uso de los dispositivos con conexión a Internet desde las zonas comunes de tu casa De esta forma los miembros de la familia compartirán experiencias como usuarios en la red con mayor transparencia y confianza recíproca. Instalar el ordenador en una zona común es una norma de seguridad inicial y básica.
10. Supervisar la utilización que hacen los menores de dispositivos con cámara integrada, como tablets y smartphones. Interésate por saber con quien se conectan y recuerda que la escasa o nula vigilancia de estos dispositivos con cámara es otro de los principales factores de riesgo.
Recuerda que en Internet, todo el mundo miente. Solamente una formación adecuada en padres, educadores y en los propios menores, les darás a todos las herramientas suficientes para hacer frente a groomers y otros riesgos.
ENTRADAS RELACIONADAS:









No hay comentarios:

Publicar un comentario